Polonia esta sufriendo un fuerte aumento del envejecimiento de su población, lo que afecta a trabajadores, a la economía y al sistema sanitario del país

El envejecimiento empieza a ser un problema. Monika Zientek tiene 42 años, es polaca y sufre artritis reumatoide. En una entrevista concedida a Euronews, Zientek transmite la preocupación que tiene por su futuro laboral: “Mi futuro está lleno de interrogantes. Estoy muy preocupada por el futuro porque no se cómo va a evolucionar mi enfermedad. No sé si estará bien controlada, qué acceso tendré a los médicos para que la traten,etc. Tengo muchas preocupaciones sobre el futuro”.

Polonia esta sufriendo un fuerte aumento del envejecimiento de su población, lo que afecta a trabajadores, a la economía y al sistema sanitario del país. El número de personas con problemas crónicos como la artritis aumenta y, por lo general, muchos termina trabajando más allá de su edad de jubilación. Este situación entra dentro del contexto del actual cambio demográfico en la Unión Europea que comenzó con la caída de la población en 2012. En la actualidad hay cuatro trabajadores por cada persona jubilada y, según las estimaciones, para 2060 la cifra bajará a dos trabajadores. Los estudios reflejan que en 2064 la población mayor de 65 años pasará a ser el 38,7%, correspondiendo un joven en edad de trabajar por cada jubilado.

El profesor Bolesław Samoliński crear una coalición de centenares de expertos en medicina, economía y dirección sanitaria para debatir cómo afrontar el futuro de su país. Samoliński ha declarado a portal de información que cree “que el resultado más importante de este proyecto fue concienciar a los políticos de que tienen la misión de crear una sensación de seguridad a nivel de sanitario y de que la gente pueda volver al mercado laborar. Las inversiones hechas en este área actualmente podrán dar resultados positivos en 20 o 30 años”.

Expertos como la reumatóloga y profesora Brygida Kwiatkowska, proponen cambios como la mejorar la política profamilia en Polonia para que los jóvenes se decidan a tener más hijos, o al menos a tenerlos; mantener en el mercado laboral al mayor número posible de personas que estén en edad de jubilarse o evitar la salida del mercado laboral de gente por culpa de las enfermedades crónicas. Aplicar esos cambios en un país con una población de 38 millones es un gran reto enorme y un proceso en el que además los pacientes deben ser escuchados. Según vaya envejeciendo la población polaca, la necesidad de ese diálogo y esa colaboración será cada vez mayor.

Este tema se trató en el 4º Fórum de Organizaciones Saludables organizado dentro de los actos de la campaña europea 2016-2017: «Trabajos saludables en cada edad.  cuyo lema fue Edad y trabajo saludable